martes, 10 de diciembre de 2013

Remodelando la Plaza de San Francisco; Intervencionismo versus conservacionismo.

(Publicado en el diario "La Verdad" 7/12/2013)
Luis Miguel Pérez Adán - Arqueólogo, Historiador y Documentalista del INCIS

El Caso Antiguo de Cartagena está siendo objeto de una profunda  remodelación que afecta a las infraestructuras y a un nuevo planteamiento de peatonalización de sus calles.
Dentro de esta trasformación La Plaza de San Francisco constituye su última actuación,  en este sentido se pretende recuperar la conocida glorieta como un  nuevo espacio urbano incluido en la trama de Casco Antiguo e Histórico de nuestra ciudad.
Podemos encontrar  en internet  la Memoria del proyecto de remodelación de la Plaza de San Francisco de Cartagena, firmado por los autores de la misma Vicente Pérez Zulueta Ingeniero de Caminos Canales y Puertos y  Jesús López López Arquitecto. (http://www.cartagena.es/files/115-57803-DOC_FICHERO/Memoria%20Proyecto%20de%20Remodelaci%C3%B3n%20de%20la%20Plaza%20de%20San%20Francisco.pdf).
En ella accederemos  a toda la información necesaria para comprender la génesis y desarrollo de este proyecto desde su objeto pasando por una completa descripción de sus antecedentes históricos y justificación por parte de los autores del proyecto; centralidad, tráfico y accesibilidad, plaza jardín, escenario urbano y arqueología. Completándose con una exhaustiva descripción de la propuesta, basada en la pretensión de crear una plaza viva en la ciudad histórica.
Existen diversas corrientes a la hora de gestionar y manejar los centros históricos, desde la intervención más personalista y egocéntrica al conservacionismo historicista inmovilista, todas ellas representan apuestas que responden a gustos, tendencias, y modas que modifican la geografía urbana de una ciudad y por lo tanto debemos tener mucho cuidado a la hora de tomar partido por alguna de ellas.
En el caso de Cartagena existen algunos ejemplos de intervencionismo que nos podrían en la tesitura de reconocer que no siempre se acertó con el modelo empleado, perdiendo la original imagen en beneficio de algo nuevo no representativo de nada y que pasa totalmente inadvertido como imagen propia de una ciudad.
Por otro lado el dejar las cosas como están puede significar su acta de defunción, las sociedades urbanas evolucionan y el paisaje urbano lo deben hacer a sí mismo, como cambian los hábitos de sus ciudadanos hacia nuevas fórmulas de comportamiento.
Esperemos que la remodelación del espacio urbano de la Plaza de San Francisco no sea un ejemplo de esto último y que sirva para recuperar un centro neurálgico que hoy día en base a ese nuevo modelo de ciudad volcada al turismo encuentre su medida y recupere para la ciudad un lugar que nunca debió ensombrecerse a los extremos que lo hizo.    
Por mi parte solo quisiera apuntar que en esta remodelación quizás, fuera de otras consideraciones, se le ha dado un excesivo protagonismo al adorno vegetal, algo que debió solucionarse hace mucho tiempo pues en la actualidad “los arboles no dejan ver como es todo el bosque”,  me refiero a las higueras australianas (Ficus Macrophila), una especie invasora que no tiene relación alguna con nuestro espacio natural ni con nuestra historia, que poco a poco nos está robando la visión de los magníficos edificios que contornean la plaza distorsionando y condicionando con su excesivo tamaño todo el ámbito e incluso la propia historia al incluir frases como “estos ficus milenarios…”  empleadas por algunos explicadores de nuestra ciudad a los visitantes sin tener en cuenta que su edad no supera ni el centenar de años.
Algo que empieza a ser recurrente en nuestra localidad donde una pésima planificación a la hora de la elección arbórea para el ornamento hace que se oculte la verdadera fisonomía histórica de nuestros monumentos y patrimonio edilicio, con claros ejemplos como  esta misma plaza, el antiguo hospital de marina, gobierno militar y por supuesto el cerro de la concepción en donde ha quedado oculta  la visión de su castillo fortaleza que durante la mayor parte de la historia fue seña de identidad y el más claro exponente de su posición como plaza fuerte. 

Tiempo tendremos de analizar los resultados de esta remodelación, deseo que los técnicos y los políticos que la han planificado acierten en su decisión y recuperen este importantísimo espacio de nuestro centro histórico, y que Isidoro Maiquez, el inquilino de esta plaza ahora a la sombra australiana, siga de testigo  duro e impertérrito ante los acontecimientos que en este regenerado lugar se produzcan.








No hay comentarios: